martes, 12 de marzo de 2013

ARTÍCULOS – LA POBREZA EN HUARAZ

1. ARTÍCULOS – LA POBREZA EN HUARAZ


EN QUÈ HA MEJORADO EL NIVEL DE VIDA DEL ADULTO MAYOR?

Autor: Lic. Adm. Gabriel Broncano Sánchez










Foto: Av. Luzuriaga - Huaraz

En el departamento de Ancash, el adulto mayor (de 65 años a más) representa, aproximadamente, el 7.7% de la población total, de la cual el 20.8%, se encuentra en extrema pobreza.

En la actualidad, al segmento de la población que es beneficiario de algún programa del estado, les resulta insuficiente para cubrir sus propias necesidades básicas y menos aún la de su familia.

Este segmento de la población,  muchas veces tiene que enfrentar problemas como el abandono de sus familias, la indiferencia, la pobreza y la soledad.

Es lamentable la pobreza y extrema pobreza en la que viven gran parte de los adultos mayores, los mismos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad ya que ni siquiera pueden tener acceso a una asistencia de salud acorde a sus necesidades.

Asimismo,  la pobreza y el abandono en la que se encuentran,  los clasifica como una población vulnerable, expuestos a la violación permanente de sus derechos, siendo excluidos en la mayoría de veces de los sistemas de salud, de los programas sociales, de educación y trabajo.

Sin embargo,  no sólo reciben la indiferencia de nuestras autoridades gubernamentales sino también de su propia familia. 

Esta realidad, esta situación nos motiva a impulsar acciones encaminadas a mejorar los niveles de vida de este grupo de la población y sobre todo, encontrar la forma que se aprueben e implementen políticas de atención social para el adulto mayor. 

Violaciones a sus derechos

La legislación nacional e internacional es abundante en cuanto a la protección de los derechos de las personas mayores de 65 años,
 
su incumplimiento y violación se ha convertido en una práctica permanente que afecta directamente sus condiciones de vida. 

A las debilidades en la aplicación del marco jurídico se suma que las personas mayores de 65 años hasta ahora no han sido incorporadas seriamente en los planes y los programas de gobierno, únicamente son utilizados por los políticos en sus campañas para obtener de ellos el voto.



INDIGENTES EN HUARAZ, UNA REALIDAD INDIGNANTE 

Autor: Lic. Gabriel Broncano Sánchez


La indigencia es causada por los problemas económicos y de la salud emocional. Sólo en el distrito de Huaraz,  existen aproximadamente,  30  personas a más,  en calidad de mendigos, merodeando las zonas céntricas, deambulando sin un rumbo fijo, en situación de completo abandono y ante la mirada indiferente de quienes pasamos junto a ellos. Esta situación, a mi opinión,  es bastante alarmante  para una ciudad en la que la economía cada año viene creciendo gracias a la minería y otras actividades económicas.

Huaraz, es una ciudad en la que existen autoridades políticas, religiosas, de salud, de educación, etc.; y sobre todo en la que, diariamente, se  recibe turistas nacionales y extranjeros. Se ven mujeres,  niños, ancianos, enfermos mentales, personas con discapacidad física y hasta con enfermedades terminales, en algunos casos contagiosos; pernoctando en las principales calles, pidiendo la colaboración y la buena voluntad de quienes se compadecen y les ofrecen unas cuantas monedas. 

Por todo esto, surge en mi grandes interrogantes ¿Dónde quedan los programas sociales?, ¿dónde queda el aporte político, acaso no tiene  su lado humano?,  ¿dónde queda la caridad de las diferentes iglesias y religiones que existen en nuestra ciudad?, ¿dónde queda los programas de asistencia social?, ¿dónde están sus familias?, ¿por qué hemos perdido el lado humano y actuamos de forma indiferente ante esta realidad? ¿por qué ser tan indiferentes ante la miseria y la soledad de aquellas personas que no tuvieron la suerte que tuvimos  muchos de nosotros? Resulta irónico y muy incoherente llamar “Paraíso Natural”, a una ciudad que sólo refleja grandes avances en temas  de infraestructura, ¿en qué momento nuestros corazones se moldearon con fierro y cemento que nada nos afecta,  que ni una lágrima, ni un rostro con hambre y de cariño, ni un cuerpo cubierto por el frio de la noche,  nos conmueve?.

Es muy interesante detenerse a reflexionar el hecho de que las personas que viven en las calles alguna vez perdieron la dimensión de la realidad, por culpa o no de ellos, hoy sufren su propia soledad, su propio aislamiento y su propia exclusión en la sociedad. ¿Acaso no conocemos que los niños son el futuro de nuestro país?, deberíamos a empezar a recuperar a esos niños que deambulan en la ciudad; un niño que se encuentra en un contexto de experiencias estimulantes y con relaciones estables se convertirá en un adulto humanitario y seguro de sí mismo y se podrá incorporar de lleno a la sociedad; y ser un hombre de bien, pero si el niño está rodeado de violencia o se le priva de estímulos emocionales o intelectuales,  será más difícil convertirse en un adulto exitoso. Como huaracinos debemos hacernos esta pregunta: ¿Estamos brindando el tipo de entorno que permitirá que los niños y  jóvenes se conviertan en ciudadanos productivos que aportaran al desarrollo de esta ciudad y por ende del país?, ¿estamos dando a las mujeres y a los ancianos el lugar que se merecen?.  Es hora de poner un alto a tanta indiferencia, a tanta mediocridad política y religiosa, empecemos por recuperar a aquellos “seres humanos” que con su silencio, piden a gritos nuestra atención, los mil colores que visten sus cuerpos, los mil detalles que se colocan encima;  muchas veces son motivo de nuestras risas de nuestros temas de conversación y burla;  acaso con esto no nos estarán invitando a ser parte de una reflexión que los ayude a salir del mundo oscuro y vacio en el que se encuentran.

Señores autoridades, seamos más conscientes y más humanos, no cerremos nuestros ojos ante una realidad,  que lejos de posicionarnos en nivel y  categoría de ciudad turística,  responsable, desarrollada y moderna;  nos convierte en una ciudad pobre de sentimientos y poco moderna, porque el modernismo no sólo es construcción, el modernismo también radica en la mejora de la calidad de vida de quienes habitan una ciudad.

En definitiva, es momento de ponernos la mano al pecho e intentar cambiar y resolver un problema social tan delicado y tan creciente en nuestra ciudad, sumemos esfuerzos y cambiemos ese rostro triste que tiene nuestra ciudad y hagamos de ella una ciudad responsable y  más humana.

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